IMPACTO DEL CONFLICTO RUSIA – UCRANIA SOBRE EL MERCADO DE LOS FERTILIZANTES

El conflicto entre Rusia y Ucrania genera diversas consecuencias a la industria mundial de productos agrícolas, en particular a la industria de los fertilizantes, puesto que las sanciones impuestas a Rusia y Bielorrusia pueden afectar su producción y el suministro y distribución de fertilizantes, creando precios más altos, problemas de disponibilidad y más incertidumbre para la cadena mundial de suministro de alimentos.

Rusia y Bielorrusia son el segundo y tercer productor de fertilizantes más grandes del mundo, especialmente de potasa. Así mismo, las sanciones impuestas tras la invasión rusa a Ucrania, dificultan las exportaciones de gas natural, potasa y nitrógeno, elementos fundamentales para la fabricación de los fertilizantes NPK, lo que sumado al aumento de la demanda mundial de alimentos, arrastra consigo un mayor consumo de fertilizantes en todo el mundo y ha conducido a incrementos en los precios de estos productos, así como incrementos significativos en el precio de los alimentos.

Algunos medios afirman que cerca del 42% del fertilizante que se emplea en Colombia es proveniente de Rusia y Ucrania, particularmente al hacer referencia a la urea, como la fuente de nitrógeno más consumida en el mundo, la cual proviene un 29% de Rusia y un 13% de Ucrania. 

De otro lado, el conflicto entre ambos países también está causando impactos sobre las líneas navieras. Cinco de las seis principales empresas navieras del mundo han suspendido sus servicios hacia y desde los puertos rusos. Según The Maritime Executive, Hapag-Lloyd anunció la suspensión de su servicio a Rusia los primeros días de marzo de 2022, seguida por ONE y Maersk. MSC y CMA CGM. Con una excepción, especialmente la línea estatal china COSCO, la mayoría de los transportadores de Asia oriental no han anunciado ningún cambio en sus servicios. Esta situación se agrava por el cierre de varios puertos de gran importancia comercial en ambos países en conflicto.

A lo anterior se suma que Rusia y Ucrania son dos de los principales productores de alimentos y productos agrícolas en el mundo, lo que ha llevado a fuertes incrementos en el precio de los alimentos a escala mundial. Además, Rusia produce y suministra al mercado mundial, grandes cantidades de fosfatos para la industria de los fertilizantes, por lo cual se ha reducido la oferta de este elemento esencial para los cultivos, lo cual se convierte en una gran oportunidad para las empresas productoras de fosfatos en el mundo, y en particular en América Latina.

El incremento de los precios de los fertilizantes ha llegado hasta superar el 300% en algunos países de América Latina, lo cual ha llevado a muchos agricultores a utilizar abonos orgánicos y fertilizantes inorgánicos de origen nacional, más económicos y amigables con el medio ambiente. 

Estos últimos aspectos se convierten en una gran oportunidad para impulsar el uso de fertilizantes fuentes de fosfatos de origen nacional, y a incluir en las fórmulas el uso del silicio como un potencializador y catalizador de la eficiencia nutricional, mediante el acondicionamiento del suelo.

La escasez y altos precios de los fosfatos, y la característica destacada del silicio como acondicionador de suelos para incrementar la eficiencia de los nutrientes NPK, son una gran fortaleza y oportunidad para Agrosilicium, ya que tenemos fuentes de fosforo de origen nacional y que, acompañadas por el silicio, mejoran su eficiencia, debido al efecto del silicio que tiene la capacidad de formar complejos con el aluminio del suelo, reduciendo su toxicidad y liberando fósforo fijado. De esta manera, podemos apoyar el suministro de fosfatos con silicio en los distintos países de América Latina y aprovechar la oportunidad que nos brinda el mercado.

Nuestro silicio ofrece la ventaja adicional de venir siempre acompañado de magnesio, un elemento esencial para  la nutrición vegetal, con un efecto tonificante de los cultivos, que confiere el color verde intenso de las hojas, por la mayor producción de clorofila, al ser el magnesio el átomo central de esta molécula, responsable de captar la energía solar indispensable para el proceso de la fotosíntesis, lo cual conduce a incrementos significativos en la producción.  

La mayoría de los suelos de América Latina presentan bajos niveles de magnesio y altos contenidos de aluminio, elemento tóxico para las plantas, lo cual se traduce en pérdida de la eficiencia de los fertilizantes. La aplicación de nuestros productos con silicio, magnesio y fósforo presentan una respuesta múltiple en los cultivos, ya que al neutralizar el aluminio y liberar los fosfatos, se activa todo el proceso metabólico que consume energía en forma de ATP, lo que conlleva a mayor capacidad de producción de los cultivos, y hace más eficiente la fertilización. 

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